Evita los disruptores
endocrinos: BPA
18/11/2017 -
21:58h
Los
disruptores endocrinos son sustancias que modifican el comportamiento de las
hormonas en tu cuerpo, y pueden causar enfermedades de todo tipo. Muchas
sustancias usadas en la industria, agricultura, alimentación y plásticos son
disruptores endocrinos, y algunos como el BPA están autorizados. Así puedes
evitarlos.
BPA y
disruptores endocrinos
- Así funciona la inflamación en tu cuerpo
- ¿Light o normal? Mejor bebe agua. Edulcorantes artificiales: no son inocuos, pero el azúcar es peor
A finales de
los años 50 en EEUU se empezó a observar un fenómeno preocupante en las grandes
aves, como pelícanos o águilas. Sus huevos tenían cáscaras tan delgadas que no
soportaban el peso del pájaro adulto, y cuando se posaban encima para
empollarlos terminaban haciendo una tortilla de su descendencia.
El culpable
era el DDT, un pesticida que se empezó a usar en 1936. El DDT salvó la vida de
los habitantes de medio mundo, permitiendo grandes monocultivos que sobrevivían
a las plagas, y acabando con los mosquitos que transmitían la malaria (no hay
que olvidar que en los años 30 y 40 la malaria era endémica en EEUU y en el sur
de Europa, incluyendo España).
Por
desgracia, el DDT es un disruptor endocrino, es decir, un compuesto que actúa
sobre las hormonas en el organismo de los animales y las personas. En el caso
de las aves, afectaba a una prostaglandina
necesaria para fijar el calcio en el huevo.
Como las
hormonas controlan los sistemas del cuerpo, ciertas dosis de disruptores
endocrinos pueden producir todo tipo de problemas, como defectos en el
desarrollo fetal, deficiencias cognitivas, malformaciones congénitas,
alteraciones del desarrollo sexual (rasgos femeninos en machos y viceversa), y
varios tipos de cáncer sensibles a las hormonas, como el cáncer de mama, de
próstata o de tiroides. Por ejemplo, se sabe que el pesticida atrazina
causa que las ranas macho se conviertan en
hembras, amenazando sus números porque no se reproducen. Según la
OMS, los disruptores endocrinos pueden estar detrás del aumento del número de
cánceres testiculares y de mama en todo el mundo en los últimos 50 años.
Hay pruebas
más que suficientes de que los disruptores endocrinos provocan efectos en
animales, sin embargo, con los seres humanos las cosas no están tan claras. En
primer lugar, porque no se puede experimentar así como así con personas para
comprobar cuáles contraen cáncer después de darles altas dosis de compuestos
químicos. En segundo lugar, porque no todo lo que sirve para los animales es
aplicable a otras especies, o a los seres humanos. El DDT afecta a los huevos
de los patos, pero no a los de las gallinas. El edulcorante aspartamo da cáncer
a los ratones pero no a los seres humanos.
En último
lugar, hay una industria millonaria que fabrica todo tipo de productos que
contienen disruptores endocrinos, especialmente plásticos y cosméticos, y se
sabe que están presionando para que no se prohiba su uso, especialmente en
EEUU, aportando sus propios estudios que contradicen los existentes. También
buscan eliminar las barreras a la comercialización de estos productos en la
Unión Europea, que tiene regulaciones más estrictas que podrían caer por la amenaza del TTIP.
Aunque
muchos de estos compuestos están prohibidos o muy regulados y no llegan a
entrar en contacto con tu comida ni tu aire (a no ser que trabajes en un
entorno industrial o agrícola), hay un posible riesgo en productos muy comunes:
las botellas de plástico de tu bebé, los envases de tu comida, la crema solar
o, incluso, ciertos alimentos que contienen disruptores endocrinos de forma
natural.
Dicho esto,
es fácil darle a los efectos de los disruptores endocrinos tintes apocalípticos
y caer en teorías de la conspiración. Los efectos son muy variables: no
afectan igual a adultos que a niños o a embriones, muchos se degradan y
desactivan en poco tiempo, y las dosis peligrosas son distintas en cada caso.
Mientras que
la Unión Europea opera con el principio de la precaución ante la duda, en EEUU
impera el principio del riesgo: todo está permitido hasta que se demuestre que
es peligroso. Muchas de las historias de terror que lees en Facebook sobre
los plásticos y los cosméticos están importadas (y mal traducidas) de
noticias estadounidenses.
Mantener
unas precauciones básicas no está de más, y la única arma disponible es la
información. En esta serie de artículos repasaremos qué productos pueden
alterar tus hormonas y cómo evitarlos, empezando por el temido BPA.
BPA y los biberones de tus hijos
El bisfenol
A o BPA es un compuesto empleado en la fabricación de policarbonato, el
plástico duro y transparente con el que se fabrican las botellas de agua no
desechables, biberones y botellas para niños, y otros contenedores para
alimentos. También se usa en otros plásticos empleados para fabricar
juguetes.
El BPA es
una xenoestrógeno, y se comporta en el cuerpo como una hormona femenina. Igual que otros disruptores
endocrinos puede tener efectos a dosis muy bajas, que no llegan a ser tóxicas.
Por ejemplo, bajos niveles de BPA en animales producen diabetes, cáncer de mama
y de próstata, infertilidad, enfermedades tiroideas, obesidad, adelanto de la
pubertad y problemas neurológicos.
Ante la
imposibilidad de hacer experimentos con personas, las pruebas se realizan sobre
células de cáncer de mama in vitro, que responden a los estrógenos
proliferando. Según un documento de 2009 firmado por 38 expertos investigadores
después de analizar más de 700 estudios, el 95% de la población de los países
desarrollados está expuesta a niveles de BPA suficientes para producir efectos,
extrapolando los efectos en los animales.
En EEUU más
de cien estudios independientes encontraron que el BPA tenía efectos en células
humanas. Por su lado, los estudios financiados por la
industria nunca encontraron efecto alguno.
La Unión
Europea prohibió el uso de BPA en plásticos para niños en 2011, pero lo autorizó de nuevo en 2015
ante la falta de pruebas concluyentes en humanos, para luego recomendar restringir su uso en juguetes y cosas
que los niños se metan en la boca en 2016 con una directiva. Solo
Francia, Dinamarca, Bélgica y Suecia se resisten con su propia legislación que
prohibe el BPA en usos alimentarios.
El pasado
enero la agencia europea de los productos químicos (ECHA) añadió el BPA a la
lista de sustancias clasificadas como
"altamente preocupantes", el primer paso para que la
industria tenga que pedir permiso antes de usarla.
Por qué BPA-Free no quiere decir seguro
El BPA tiene
mala prensa desde hace años, y los grandes de la industria como Tupperware,
Rubbermaid o Curver han respondido con botellas de agua y contenedores "libres
de BPA", y así lo anuncian en sus sitios web.
El problema
es que los compuestos que se usan para sustituirlo, como el bisfenol S y
bisfenol F, y un compuesto llamado Tritan fabricado por Eastman, tienen la misma actividad estrogénica o más
que el BPA, y por tanto los mismos riesgos.
Tritan se
encuentra en los contenedores de comida de la marca Rubbermaid, y en esas
botellas del gimnasio con una boquilla para beber fabricadas originalmente por
Eastman. En cambio, Tupperware utilizan polietileno de alta densidad (HDPE) en
sus productos, que no contiene ninguno de estos compuestos y eso supuestamente
más seguro. Por su parte Curver emplea polipropileno, identificado con el
símbolo de la cinta de Moebius, más fácil de reciclar y que tampoco contiene
BPA ni pastificantes.
En este
(largo, en inglés) artículo de Mother Jones se
cuenta con detalle cómo Eastman ganó en los tribunales lo que los estudios
independientes no le concedían, ya que los ensayos con Tritan sí encontraban
actividad estrogénica . A día de hoy, Tritan, BPS otros compuestos alternativos
al BPA se siguen usando, a pesar de se conoce su actividad estrogénica y de
que hay alternativas que no liberan
disruptores endocrinos, pero implementarlas cuesta dinero.
Cómo evitar BPA y sus derivados
Aunque el
BPA tiene riesgos, hay que tener en cuenta las magnitudes. La exposición a los
disruptores endocrinos es inevitable, y como siempre el riesgo está
en la frecuencia y la dosis.
También hay
que ser consciente de que hay otras cosas que tienen una influencia mucho mayor
en nuestra salud. Cualquier persona que esté muy preocupada por el BPA en
las botellas de plástico, y que al mismo fume o tome bebidas azucaradas a
diario, debería revisar sus prioridades.
Con todo
esto, estos son algunos de las precauciones que podemos tomar día a día para
evitar meter BPA y sus análogos en nuestros cuerpos.
- Utiliza botellas de agua de cristal o acero: cuando el BPA entra en contacto con el cloro del agua, libera compuestos de cloro y BPA que son entre 10 y 40 veces más estrogénicas que el BPA solo.
- Cuidado con las latas: las latas tienen un recubrimiento interior de resina de epoxy que tiene BPA. No almacenes las latas durante mucho tiempo y sobre todo nunca las utilices para calentar comida o para guardarla en el frigorífico. Pasa la comida cuanto antes a un contenedor de vidrio o cerámica.
- Cuidado con las botellas de aluminio: las botellas de agua de aluminio, muy comunes para salir al campo o la montaña, suelen tener un revestimiento interno de resina que contiene BPA. Algunas marcas reconocidas como SIGG han sustituido este revestimiento con otro sin aditivos, pero esa que has comprado fabricada en China puede no ofrecer las mismas garantías. El acero inoxidable es una opción mejor.
- Cuidado con calentar el túper: los contenedores de plástico baratos (tacto más blando) suelen estar fabricados con polietileno de baja densidad, que curiosamente es bastante seguro y no contiene BPA. Sin embargo los fabricados con policarbonato, que son más duros, sí suelen contener BPA o sus sustitutos.
- Cuando uses el microondas emplea siempre contenedores de vidrio o cerámica: la exposición al calor, por ejemplo en el microondas, puede liberar BPA en tu comida. Si tu comida contiene grasa el problema se agrava porque el BPA es liposoluble.
- No reutilices vasos, contenedores, platos y cubiertos de plástico desechables: las altas temperaturas del lavavajillas hacen que los plásticos liberen BPA, especialmente esos que no tienen una inscripción clara que indica que son resistentes al lavavajillas. Pásate al acero inoxidable, la cerámica y el cristal.
¿En qué se basa todo esto?
DDE-induced eggshell thinning in
birds: Effects of p,p′-DDE on the calcium and prostaglandin metabolism of the
eggshell gland
El pato es sensible al debilitamiento de la cáscara del huevo inducida por p,p′-DDE, pero la gallina doméstica no. Los estudios comparando las dos especies muestran que el debilitamiento de la cáscara del huevo en los patos se acompaña de un nivel reducido de la actividad de la prostaglandina sintasa, menores niveles de prostaglandina E2 y menor absorción de Calcio por la mucosa de la glándula que produce la cáscara.
El pato es sensible al debilitamiento de la cáscara del huevo inducida por p,p′-DDE, pero la gallina doméstica no. Los estudios comparando las dos especies muestran que el debilitamiento de la cáscara del huevo en los patos se acompaña de un nivel reducido de la actividad de la prostaglandina sintasa, menores niveles de prostaglandina E2 y menor absorción de Calcio por la mucosa de la glándula que produce la cáscara.
Atrazine induces complete feminization and chemical
castration in male African clawed frogs (Xenopus laevis)
Los machos expuestos a la atrazine sufrieron baja testosterona, mengua de las glándulas sexuales, desarrollo laríngeo feminizado, supresión del apareamiento, reducción de la espermatogénesis y baja fertilidad.
Los machos expuestos a la atrazine sufrieron baja testosterona, mengua de las glándulas sexuales, desarrollo laríngeo feminizado, supresión del apareamiento, reducción de la espermatogénesis y baja fertilidad.
Bisphenol S and F: A Systematic Review
and Comparison of the Hormonal Activity of Bisphenol A Substitutes
Hemos identificado el corpus de estudios hasta la fecha consistente en 32 estudios (25 in vitro y siete in vivo) [...] Basándose en estos estudios, BPS y BPF son tan activos hormonalmente como BPA, y son disruptores endocrinos.
Hemos identificado el corpus de estudios hasta la fecha consistente en 32 estudios (25 in vitro y siete in vivo) [...] Basándose en estos estudios, BPS y BPF son tan activos hormonalmente como BPA, y son disruptores endocrinos.
National Institute of Environmental Health Sciences: Chapel
Hill bisphenol A expert panel consensus statement: Integration of mechanisms,
effects in animals and potential to impact human health at current levels of
exposure
Los estudios científicos publicados sobre animales y seres humanos expuestos a bajas dosis de BPA en relación con los estudios mecanísticos in vitro revelan que la exposición al BPA está dentro del rango que se contempla como biológicamente activo en un 95% de las personas estudiadas.
Los estudios científicos publicados sobre animales y seres humanos expuestos a bajas dosis de BPA en relación con los estudios mecanísticos in vitro revelan que la exposición al BPA está dentro del rango que se contempla como biológicamente activo en un 95% de las personas estudiadas.
BPA-Free Plastic Containers May Be
Just as Hazardous
Recientes estudios revelan que el bisfenol S, un sustituto común del BPA, puede ser igualmente dañino.
Recientes estudios revelan que el bisfenol S, un sustituto común del BPA, puede ser igualmente dañino.
Most Plastic Products Release Estrogenic Chemicals: A
Potential Health Problem That Can Be Solved
Casi todos los productos de plástico comerciales analizados, independientemente del tipo de resina, producto o fabricante, desprendieron sustancias con efectos medibles de disrupción endocrina, incluyendo los que se anuncian como libres de BPA. En algunos casos los productos libres de BPA desprendieron sustancias con mayor disrupción endocrina que los que contenían BPA.
Casi todos los productos de plástico comerciales analizados, independientemente del tipo de resina, producto o fabricante, desprendieron sustancias con efectos medibles de disrupción endocrina, incluyendo los que se anuncian como libres de BPA. En algunos casos los productos libres de BPA desprendieron sustancias con mayor disrupción endocrina que los que contenían BPA.
Chemicals having estrogenic activity can be released from
some bisphenol a-free, hard and clear, thermoplastic resins
Cuatro resinas sustitutivas de los plastificantes (entre ellas Tritan™ y PS) desprendieron sustancias con efectos de disrupción endocrina. Sin embargo, las otras diez resinas sustitutas no desprendieron sustancias con efectos endocrinos.
Cuatro resinas sustitutivas de los plastificantes (entre ellas Tritan™ y PS) desprendieron sustancias con efectos de disrupción endocrina. Sin embargo, las otras diez resinas sustitutas no desprendieron sustancias con efectos endocrinos.
Assessing the Safety of a Replacement Chemical: Nongenomic
Activity of Bisphenol S
Basándose en estos resultados, las bajas concentraciones de BPS afectan a la señalización no genómica en las células sensibles a los estrógenos, con potenciales consecuencias para la función celular
Basándose en estos resultados, las bajas concentraciones de BPS afectan a la señalización no genómica en las células sensibles a los estrógenos, con potenciales consecuencias para la función celular
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